Cuando te gusta alguien y atravesarás cualquier obstáculo para hablar con él: Tensión, intensidad y resistencia eléctricas; y la relación entre ellas (Ley de Ohm)

Olai! Buenos días, buenas tardes, buenas noches.

Una de las cosas que me llamó la atención cuando llegué a la tierra, fue esas plaquitas con dos agujeros en las paredes de vuestras casas. «Enchufes, ingeniero marciano, son enchufes», me decían.

Como podréis imaginar, lo primero que hice fue meter mis largos dedos en esos agujeritos. ¡Pero no pasó nada! Los marcianos somos distintos, porque si lo hacéis vosotros, sentiréis un «suave» cosquilleo que recorrerá vuestro cuerpo terrícola, porque estáis cerrando un circuito. Efectivamente, esos agujeros no son más que las terminaciones de unos cables y, si metéis los dedos, los estáis conectando el uno con el otro y, si sois conductores (no como yo, que soy aislante), transmitiréis la electricidad.

«Concreta más, querido ingeniero marciano», estaréis pensando. Voy: Resulta que estamos formados por partículas muy enanas llamadas átomos, formados a su vez por un núcleo de protones y neutrones (el protón tiene carga positiva y el neutrón es neutro) y pequeñas bolitas llamadas electrones, que tienen carga negativa, y que orbitan alrededor de este núcleo en distintas capas. Así, la carga positiva de los protones la neutraliza la carga negativa de los electrones, y el átomo es eléctricamente neutro.

Ahora bien, atención, no se me despisten, en la última capa (en la cual caben 8 electrones), la que está más alejada del núcleo y que por tanto la fuerza de atracción es menor en virtud de la ley de Coulomb (https://es.wikipedia.org/wiki/Ley_de_Coulomb, otro día si queréis hablamos de ello) puede que haya algún electrón rebelde que quiere ser libre y debido a su carga negativa es atraído por los engaños y embustes de otro átomo que ha perdido a otro electrón rebelde (y por tanto queda cargado positivamente). Así, cuando esto sucede en miles y miles y miles y miles y miles de átomos, se produce el fenómeno de la electricidad. ¡Ojo, que estoy simplificando mucho el asunto! Pero para hacernos una idea, nos sirve.

Podemos utilizar este fenómeno para hacer pasar muchos electrones por un filamento de Tungsteno o Wolframio, por ejemplo, y, como se disipa tanta energía, estos filamentos se ponen al rojo y lo vemos con nuestros propios ojos. Terrícolas, ¡¡hemos inventado la luz!!

La oposición que presentan estos filamentos a que circulen electrones a través de ellos, se llama resistencia eléctrica, y se mide en ohmios (en honor al señor Ohm: https://es.wikipedia.org/wiki/Georg_Simon_Ohm).

El torrente de electrones que circula por el filamento se llama intensidad eléctrica, o corriente eléctrica, y se mide en amperios (en honor al señor Ampere: https://es.wikipedia.org/wiki/Andr%C3%A9-Marie_Amp%C3%A8re). Aunque realmente, y por convención, el sentido de la intensidad se toma al revés del sentido en el cual viajan los electrones.

Pero os estaréis preguntando: Y como hacemos circular esos electrones a través de esos cables? Buena pregunta. Imaginaos que estáis en una discoteca, y veis al chico/a que os gusta al otro lado de la barra. No es aconsejable acercaros a el/ella a través de la barra (os echarán de la discoteca), así que dais un rodeo alrededor de la barra y, si está llena de gente, incluso tendréis que meteros en la pista de baile para llegar al otro lado de la barra. Es decir, tendréis que buscar un camino alternativo para llegar hasta vuestro crush (vaya nombrecitos que utilizáis). Pues en la electrotecnia, es lo mismo. Tú, con tu cubata en mano, sois la intensidad, el electrón que busca como llegar al otro lado de la barra (recorréis un circuito eléctrico cerrado) a través de todo tipo de dificultades (sobre todo gente bailando a ciertas horas) que son las diferentes resistencias eléctricas (se oponen a que circules por allí). La barrera (en este ejemplo, la barra) que te separa de tu crush se llama fuente de tensión, y será más fuerte cuantos más colegas estéis en ese lado de la barra y veáis mas chicos/as al otro lado y tengáis que recorrer todo el circuito para llegar. Esa fuerza de la fuente de tensión, se mide en Volts (en honor al señor Volta: https://es.wikipedia.org/wiki/Alessandro_Volta).

De locos, ¿verdad? Pues ahora vais a flipar. Resulta que está todo cósmicamente relacionado. Sí, sí, tensión, intensidad y resistencia, conceptos que no debéis confundir en ningún momento. Pues bien, si la discoteca está a tope, os va a costar más llegar al otro lado de la barra. De hecho, algunos de vuestros panas, viendo el panorama, hasta van a desistir. Por tanto, cuanto más a tope esté la discoteca (mayor resistencia), menos colegas llegarán al otro lado (menos intensidad), siendo la atracción la misma, porque gustar, os siguen gustando los/as señoritos/as que están al otro lado de la barra (misma tensión).

Resumiendo: para una misma tensión, si aumentamos la resistencia, disminuye la intensidad (y al revés, cuando la discoteca está vacía, llegaréis fácil al otro lado). Si los individuos del otro lado os gustan muchísimo (mayor tensión), con paciencia llegaréis (¡como sea!) al otro lado, pero podremos seguir regulando la intensidad aumentando o disminuyendo la resistencia.

Esta ley que os he explicado de forma «poco ortodoxa» se llama ley de Ohm (sí, el que da nombre a la unidad de la resistencia) y nos dice que la tensión y la intensidad son proporcionales, y que la proporción nos la da la resistencia, como acabamos de ver.

Como ejemplo numérico, si la resistencia es dos ohmios, y la intensidad es 3 amperios, la tensión será el doble de la intensidad, 6 voltios, según la ley de Ohm:

Tensión = Resistencia * Intensidad.

Esto es lo básico, lo más importante, lo que debéis entender. A partir de aquí, un océano de posibilidades. Lo podemos complicar tanto como queramos. Le podemos poner varias barras a la discoteca, muchos crushes con quien querréis hablar, muchos bailarines que no os dejarán pasar fácilmente, distintos caminos para llegar a un mismo sitio y panas que irán por un sitio y otros que elegirán otro camino. O, hablando en términos más ingenieriles: varias fuentes de tensión en un mismo circuito, muchas resistencias seguidas (en serie) o en paralelo, varias intensidades por cada uno de los diferentes caminos.

Cuando el circuito se complica más, debemos ser más estrategas y, para ello, tenemos distintas herramientas que nos van a permitir resolver el circuito, y que iremos viendo con posteriores entradas en este mismo blog: teorema de Thevenin, teorema de Norton, asociación de resistencias en serie o en paralelo, método de las mallas, método de los nudos…

No obstante, de momento, para que no me odiéis mucho, lo dejamos aquí Espero que os haya parecido ameno, que si tenéis dudas o aportaciones las dejéis aquí abajo por escrito y, si queréis profundizar un poco más en el tema, os dejo el enlace a un vídeo (https://youtu.be/2e2bs5M0_YA) donde lo explico con un poco más de detalle (que escribir tanto acaba siendo muy aburrido).

Señores, señoras, ¡nos vemos!

Aquí os dejo una foto del señor Ohm recién levantado. Fuente: Wikipedia.

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